Mediante un biocomunicador por frecuencias de luz, emitidas a bajísima intensidad (3 a 7 miliwatios), sin ejercer acción fisiológica, aportamos al organismo información de las alteraciones en la coherencia de los sistemas que regulan las células. Cuando el organismo resuena con la frecuencia emitida, se recupera el estado de coherencia y este se autorregula.

Operamos al nivel más  sutil, el de la información, que actúa sobre los niveles de energía, regulándolos para acto seguido repercutir sobre la materia, nuestra parte física. Sabido es que el cuerpo se regula internamente a través de fotones, es por ello que "entiende" las frecuencias recibidas y responde de manera casi inmediata dando lugar a su regulación. 

La biofotónica es una tecnología no invasiva, un nuevo paradigma de salud que complementa lo hecho hasta ahora; da lugar a que el organismo pueda recuperar la salud con sus propios medios.

Se pueden tratar con frecuencias de luz tanto dolencias físicas como emocionales, los resultados se producirán según la persona y dolencia, llegando a ser casi inmediatos en algunas personas, más rápido para dolencias agudas y más lentamente en procesos crónicos o emocionales. Los principales beneficios son la regeneración celular, la liberación del dolor en músculos, articulaciones... la reducción del estrés, la regulación del sistema nervioso y la obtrnción de bienestar a nivel físico y mental.